Febrero: el mes romano de la purificación
En la antigua Roma el mes de febrero –Februarius– era uno de los más importantes del año. Según cuenta la tradición romana, fue añadido al calendario por el rey Numa Pompilio en el siglo VII a.C. y colocado en última posición, tras el mes de diciembre. El nuevo calendario del rey Numa estaba compuesto por 355 días, la duración aproximada de doce ciclos lunares -el calendario romano todavía se basaba en gran parte en la Luna y no en el Sol en esos momentos-. Para ajustarse a ese ciclo y al ser el último mes del año, a febrero solo se le otorgaron 28 días y no los 29 o 31 que tenían el resto de los meses.
Al terminar el año, los romanos tradicionalmente necesitaban de diversos rituales de purificación tanto para las personas como para el hogar, los antepasados e incluso las propias ciudades. Así, existían diversos ritos para cumplir con la purificación. De hecho, el nombre de Februarius parece provenir de los februa, instrumentos arcaicos para realizar la purificación. A pesar de que seguramente hacia los siglos V o IV a.C. el mes de febrero debió tomar su posición como segundo mes del calendario después de enero, la tradición de los ritos de purificación se mantuvo intacta a lo largo de los siglos para evitar perturbar a los antepasados difuntos. Ni siquiera Julio César en su reforma del calendario del año 45 a.C. se atrevió a modificar el número de días de este mes, motivo por el cual sigue teniendo 28 en la actualidad.
Entre las fiestas más destacadas de Februarius encontramos el amburbium, una procesión que rodeaba la ciudad de Roma para purificar y proteger sus murallas y su recinto sagrado –pomerium-. También destacan las fornacalia o fiesta de los hornos, cuya última jornada era conocido como stultorum feriae o la fiesta de los tontos, un día para que aquellos despistados que no habían celebrado los rituales de fornacalia en su debido momento pudieran redimirse.
En relación con los muertos, los romanos también celebraban las fiestas parentales, dedicadas a honrar la memoria de los Manes -divinidades de los antepasados- que velaban por los vivos. Era costumbre que al terminar las parentalia se celebrara también una festividad para los parientes vivos, un día conocido como parentalia en el que las familias se reunían para celebrar la vida en común.
Por supuesto, no podíamos olvidar la festividad de las lupercalia, una de las más conocidas del mundo antiguo y que mezclaba ritos antiquísimos relacionados con el origen pastoril de las gentes romanas con la propia purificación a través de los latigazos que los lupercos daban con sus látigos de piel de cabra a todos los que se encontraran por el camino. El mes terminaba con la celebración de otras festividades arcaicas como las terminalia o el regifugium. A todas ellas merece la pena que les dediquemos otro artículo llegado el momento… (suscríbete a nuestro boletín para no perdértelo).
Néstor F. Marqués – Coordinador de Antigua Roma al Día
Acaso no fue Octavio quien al aceptar el cognomen de Augusto, le quitó un día a febrero para que agosto tenga 31 días igual que julio el mes con el nombre de su tío que le antecedio?
Lo que comentas es un mito muy extendido que seguramente tiene su origen en el siglo XIII. Al menos es en ese momento cuando lo encontramos por primera vez, en la obra de Juan de Sarcobosco. Se trata de una conjetura erudita que hoy en día podemos descartar por completo porque conocemos bien la reforma del calendario de César. Está atestiguado que en la reforma que entró en vigor en el año 45 a.C., agosto pasó de tener 29 a 31 días.
Febrero por su parte no tuvo 29 días en ningún momento de la historia romana.
Me gustaría que siguiérais explicando la relación entre el motivo del mosaico y el mes correspondiente. En el de febrero se ve una figura azotando con un látigo, pero las demás figuras no entiendo qué relación con lo explicado en el ilustrativo texto pudieran tener. Agradecidísimo de antemano, recibid un cordial saludo.
Dices que fue hacía el siglo V o IV a. C. cuando febrero pasó a la segunda posición tras enero. Eso no fue debido a la conquista de Hispania y a la asignación de los cónsules para la misma?
Es un mito muy común. En este artículo lo explicamos con más detalle.
https://antiguaroma.com/comienzo-enero-roma/